¿Aún no tienes programa de Compliance Penal?

Detectar el riesgo de comisión de delitos.

Evaluar las medidas y controles ya implantados por la empresa, analizando su eficacia real.

Analizar el organigrama de la compañía para detectar fallos en los procesos.

Establecer un nuevo modelo de organización y gestión que incluya medidas de vigilancia y control.

Creación de un órgano con poderes autónomos de iniciativa y control del modelo de prevención implantado.

Identificación de las actividades de la empresa en cuyo ámbito puedan ser cometidos los delitos.

Implantación de protocolos de concreten el proceso de formación.

Puesta en marcha de modelos de gestión de los recursos financieros adecuados.

Obligación de informar de posibles riesgos e incumplimiento de las medidas que establezca el modelo.

Establecimiento de un sistema disciplinario que sancione el incumplimiento de las medidas que establezcan el modelo.

Verificación periódica del modelo y de su eventual modificación por infracciones, cambios en la organización, estructura de control o actividad desarrollada.

Delitos contra la intimidad y allanamiento informático (art. 197).

Estafas propias e impropias (art. 251 bis).

Insolvencias punibles: alzamientos y concursos punibles (art. 261 bis).

Daños informáticos y hacking (art. 264).

Delitos contra la propiedad intelectual e industrial (art. 288).

Delitos contra el mercado y los consumidores (art. 288). Incluyen a su vez:

Blanqueo de capitales (art. 302)

Delitos contra la Hacienda Pública y la Seguridad Social (art. 310 bis)

Delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros (art. 318 bis.)

Delitos sobre la ordenación del territorio (art. 319).

Delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente (art. 327 y 328)

Delitos relativos a la energía nuclear y a las radiaciones ionizantes (art. 343).

Delitos de riesgo provocado por explosivos (art. 348).

Cohecho (art. 427).

Tráfico de influencias (art. 430).

Corrupción de funcionario extranjero (art. 445).